Alguna vez fue solo una práctica religiosa pensada para purificar a la persona y mejorar su bienestar espiritual, pero ahora la ciencia está viendo no solo los beneficios físicos del ayuno, sino también descubriendo su potencial para curar enfermedades y trastornos mentales.
Parece que casi todas las personas que conoces están haciendo algún tipo de ayuno intermitente en estos días en el que no comen durante más horas del día de las que comen. La mayoría lo hace para perder peso y muchos descubren que, sin darse cuenta, han reducido o borrado por completo sus síntomas de depresión y confusión mental, o han elevado su estado de ánimo.
El ayuno discutido en este artículo no significa MORIRSE DE HAMBRE. Siempre consulte a su médico antes de comenzar una variación en su dieta para determinar la mejor manera de comenzar a ayunar si se determina que podría beneficiarse al hacerlo.
Algunos Consejos Rápidos Sobre el Ayuno
Cuanto más ayunes (básicamente, sin comer ni beber calorías como combustible), más factores nootrópicos aumentan en el cerebro, lo que promueve el crecimiento de las neuronas y fortalece las sinapsis en el cerebro. También puede aumentar la cantidad de mitocondrias en las células nerviosas. Otro beneficio para la salud mental es que activa el brazo de "descansar y digerir" del sistema nervioso, lo que reduce el cortisol y provoca una disminución de la ansiedad y una elevación del estado de ánimo.
Ayuno: ¿Cómo se hace?
Siempre puedes simplemente no comer durante uno o tres días enteros. Si eso te parece muy atroz (como me parece a mí, ¡sin juzgarte!), siempre puedes comenzar con un ayuno intermitente en un horario que funcione para ti. Básicamente, eliges un período de 8 o 10 horas para comer. ¡Eso es todo! Pan comido. Yo prefiero comer mientras trabajo y luego dejar el resto del día para correr por ahi. No me atiborro, pero tampoco me permito pasar hambre, lo que significa que simplemente lo reduzco a dos comidas al día. Me ayudó enormemente seguir la dieta cetogénica cuando comencé a probar el ayuno porque tenía problemas con mi nivel de azúcar en la sangre y solía tener que comer con regularidad para mantenerlo bajo control.
Cetogénesis: ¿Puedes engañar a tu cuerpo haciéndole creer que está en ayunas?
¡La respuesta corta es sí!" Pero, si el ayuno no es una opción para ti en este momento, considera probar la dieta cetogénica. Originalmente desarrollada para controlar la epilepsia, esta dieta tiene el potencial de beneficiar a todas las enfermedades neurológicas.
En este video de una canal de YouTube llamado ‘Nueces para el cerebro’ se menciona como la dieta cetogénica y el ayuno pueden beneficiar la salud mental al reducir la neuroinflamación y la inflamación cerebral, así como al influir en neurotransmisores como la serotonina y la dopamina. Además, promueven la neuroplasticidad cerebral mediante el aumento del BDNF, lo que facilita el crecimiento y la reparación neuronal.
En la última actualización sobre el tema, se discute cómo las mitocondrias juegan un papel crucial en la salud mental. Durante el ayuno o cuando se sigue una dieta cetogénica que induce la cetosis, se desencadena un proceso de autofagia en el que el cuerpo elimina las células dañadas o disfuncionales. Este proceso regula el número de mitocondrias y promueve la salud en general, incluida la del cerebro.
Autofagia: ¿Listo para limpiar tu sistema?
¿Permitir que tu cuerpo canibalice células redundantes o dañadas puede evitar que tus células cerebrales funcionen mal? Piensa en ello como cuando podas una planta; se cortan hojas o ramas muertas porque de lo contrario la planta desperdicia energía tratando de revivir o reparar esas partes mientras roba energía de las partes que aún están sanas. Si permites que el cuerpo conserve recursos y energía sólo para las células más sanas, se crearán más. Lo contrario sucede cuando no lo haces, por lo que cierto nivel de ayuno debería ser parte de un período de estilo de vida saludable.
Un signo clave de la autofagia es la reducción del apetito. ¿Alguna vez te saltaste una comida y descubriste que no tenías hambre después de pasar un cierto umbral de tiempo? ¿¿Adivina qué?? Tu cuerpo recurrió a sus reservas como combustible y no moriste, ¿verdad? Es la forma en que el cuerpo está diseñado para funcionar para permitir tiempos de fiesta y de hambruna. ¡Así que adelante y pruébalo!
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